Haz lo que te dicte el corazón

                                   Haz lo que te dicte el corazón 

 

¡Hola a todas! Llevo tiempo queriendo transmitiros este pensamiento pero buscaba la mejor manera y creo que hacerlo a través de mi blog es la ideal. Así que allá voy:

Llevo muchos años trabajando de cara al público y hablando con muchas clientas sobre lo que quieren ponerse, con lo que se ven bien, lo que les entusiasma y lo que les conviene… y mi conclusión es que a muchas les da miedo guiarse por lo que realmente les gusta. Hay quienes prefieren irse a lo práctico, a lo desapercibido, a lo más “normal”, antes que lanzarse por lo que les apasiona de verdad.

Os puedo poner un ejemplo sencillo: mi bolso de leopardo suele sorprender, asombrar, entusiasmar y me decís: “Me encanta, me gusta mucho, pero me llevaré el negro que me pega con todo y es más discreto”. Yo en ese momento gano lo mismo si se llevan uno que otro, por lo que no intento convencer de nada a nadie, pero pienso que es una pena que alguien no apueste por lo que le hace vibrar.

 

 

 

Y no hablo solo de la ropa y los complementos, hablo de la vida en general: desde elegir un bolso, a una pareja, a un trabajo y hasta el lugar en el que vives. Es una pena que nos decantemos a veces por lo más “prudente” en vez de lanzarnos a por lo que apasiona.

Lo digo totalmente por experiencia: yo dejé un trabajo estable con un sueldo fijo al mes, en el que me ganaba bien la vida, con un horario estupendo pero no me gustaba. Cuando me hicieron fija duré 15 días y me fui. Nadie lo entendió pero yo sí porque no me veía toda la vida ahí. Me apagaba. No se me erizaba la piel como me pasa ahora al emprender con lo que realmente me gusta. Ahora me levanto con ilusión por hacer lo que hago.

¿Es más arriesgado? Sí, pero solo se vive una vez y si no se hace lo que a una realmente le hace sentir viva, ¿para qué estamos aquí? Por eso quería deciros que empezar rompiendo vuestros propios esquemas con un complemento es un pasito,

que quizás no es grande para la humanidad, pero para una misma sí. ¡Porque vivir no es lo mismo que estar viva!